Presentación del primer poemario "QUIERO, COMO TÚ" 
del artista FELIPE ORTEGA REGALADO.
Viernes 26 de
Octubre,  20:30. PARRÁPOLIS Cáceres  (C/Parras 34)
La editorial sevillana “Bitiji Identidad En Red - El Toreador de pájaros” ha sido la responsable de la edición de este cuidado libro de poemas del artista multidisciplinar extremeño Felipe Ortega Regalado. Cuenta con una centena de poemas y microcuentos, todo ello ilustrado por él mismo. Se trata de una pieza lírico&visual con textos e ilustraciones del propio artista donde contrastan sobriedad, sutileza en sus trazos, frente a tormentas y complicidad de sentimientos puros. Un libro muy cuidado destinado al goce estético&lírico y encuadernado artesanalmente con mucho mimo. También hay una versión de bolsillo.
En opinión de los responsables de la editorial se trata de una “fantástica obra poética hechizada del peculiar encanto del autor e ilustrada por él mismo , en la que se ofrece una naturografía del amor fundamentada en su visión personal”.  En la manera de escribir del autor se aprecia una impronta sensible, de apariencia fácil pero con un engranaje sofisticado que va más allá de la simplicidad. La sencillez con la que acomete sus narraciones poéticas, deja al descubierto el ánimo del artista a la hora de alzar una bandera cuyos colores siempre versan sobre la reconciliación y rareza de este mundo.
FELIPE ORTEGA REGALADO Y SU OBRA: 
La magia con la que
Felipe Ortega-Regalado consigue confundirnos a través de lo antagónico es digna
de elogio. No hay más que pararse a escuchar el latido que se 
esconde tras ese velo evanescente con el que
deja entrever la mixtura con la que 
muestra con su sensibilidad extrema los
zarpazos del deseo.
JAVIER
UBIETA
Las “Criptografías”
de Felipe Ortega  Regalado  nos 
invaden  sibilinamente  la 
mirada  y  nos 
hacen cómplices de un acto de voyeurismo artístico. Sus  pinturas poseen una profundidad metafísica
que va más allá de lo que el propio artista 
pretende,  que  sean 
casi  exclusivamente  decorativas.
Pintar  el 
silencio,  fotografiarlo, grabarlo
no es nada fácil pero Felipe Ortega lo logra en todas sus piezas, o más bien
dicho, en esa cartografía emocional que se va construyendo con diferentes  piezas 
y  soportes. 
Su  obra 
no  nos roba violentamente la
mirada, sino que convierte a la mirada humana en  su 
protagonista  y  al 
espectador  en  un 
marco  para  sus 
piezas localizadas en espacios cotidianos.
DIONISIO
CAÑAS
La obra de Felipe
Ortega-Regalado sólo se parece a sí misma, sin por ello estar ausente de una
atenta observación de lo que ocurre a su alrededor y más allá de nuestras fronteras.  
Una obra que emociona
pero no de una manera superficial, epidérmica, sino que implica al intelecto
que se ve forzado a desentrañar las claves de esas extrañas figuras mutantes.
JUAN-RAMÓN
BARBANCHO
La exuberancia, el
desbordamiento exagerado que se convierte en casi procacidad lujuriosa en la
mirada, es el halo que cubre la obra presentada por Felipe Ortega Regalado,
pintor afincado en Sevilla que pese a su juventud contiene una madurez creativa
profunda, de sólida base intelectual, que alimenta el sustrato de todas sus
producciones
Lo simple siempre
encierra lo complejo, y se alcanza a expresarlo gracias a una inteligencia
artística elevada, seria planificación en el trabajo, más la habilidad para
mostrar el discurso creativo con una apariencia ligera e intrascendente. Una
sola florecilla encierra la magia del mundo.
FRANCISCO
BAUTISTA TOLEDO
El sentido verdadero
de los cuadros de Felipe Ortega se encuentra escondido no sólo detrás del velo
de la pintura como siempre ocurre, sino que, además, consigue disimularse
también detrás del velo falso de las referencias orales que le proporcionan los
videos, magnífico ejercicio de reflexión sobre la noción del simulacro en la
pintura, con el que el sujeto temático se vuelve aún más engañoso en su
verdadera función: atrapar las miradas para que quede a salvo el objeto secreto
del deseo del pintor.
MICHEL
HUBERT LÉPICOUCHÉ
La  pintura, 
entendida  como  un  lenguaje  vivo 
y  de  plena 
actualidad,  se  ha 
convertido, 
en  la  obra 
de  Felipe  Ortega, 
en  protagonista  y 
explicación  de  sí 
misma. Aunque su trabajo posee una fuerte carga conceptual, reivindica
el carácter objetual de la pintura tratando a la vez de  expandir sus límites más  allá del propio soporte tradicional, al igual
que,  con 
el barroco, el espacio pictórico trató de salir del marco para invadir
el espacio del espectador y hacerle cómplice de la escena.
MONTAÑA
HURTADO

















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